Originales invitaciones de boda ¡hechas a mano!
Hacer cosas para amigos y conocidos en las que poder seguir ampliando tu Portfolio es ideal a la hora de seguir creciendo en aprendizaje. Una formación personal de la que nunca me quiero bajar.
«Cuando mi amiga Inma me propuso hacer sus invitaciones de boda, lo tuve claro desde el primer momento».
Mi experiencia en el mundo de la comunicación y diseño me daba la tranquilidad de saber que podría adaptarme fielmente a las ideas, que en este caso los novios tendrían en su mente. Mi gusto y pasión por las manualidades haría el resto para conseguir un resultado como el que hemos conseguido.
Un diseño original, manteniendo la esencia de la elegancia y lo tradicional en un formato único.
Quería tener el mayor número de recursos como fuente de inspiración, relacionados directamente con los protagonistas, con el entorno donde se iba a celebrar el evento y demás intereses de los novios.
En mi cabeza ya rondaban varias ideas que iban más allá del tradicional diseño impreso que luego se mete en un sobre. Quise hacer mi propio formato físico que traspasara cualquier «típico» para este tipo de invitaciones, se lo mostré en bruto sin ningún diseño, y lo dejamos como «propuesta inicial» con opción a evolucionar una vez diseñado el texto, ilustraciones y demás elementos que acompañarían la invitación en sí.
Solicité la información exacta de los literales, y en base a eso fui modificando esa «propuesta» que poco a poco fue evolucionando. El objetivo era: Mantener una esencia limpia, discreta y formal, pero aportando algún detalle divertido.
Introduje «la cuerda» de la novia «atando» al novio como elemento que diera ese toque de diversión.
Desde el primer momento que lo mostré, encajó perfectamente con su idea inicial.
En mi primer borrador en formato digital, dado que el texto era demasiado extenso para introducirlo en el espacio que había diseñado, se me ocurrió la original idea de añadir dos elementos nuevos; uno para recordar a los invitados la confirmación de su asistencia llamando a los número de teléfono, y otro para indicar el proceso a la hora de realizar el regalo de boda.
En el lateral izquierdo, mi propuesta inicial era añadir una flor seca, tipo lavanda o cualquier otra. Aunque esta opción se descartó, puesto que al tener que enviar algunas invitaciones por correo postal, existía el riesgo de que se rompieran en el camino y no llegaran en buen estado, así que pasamos a una segunda opción; tres corazones con el mismo material que el logo inicial de la invitación que incluyeran las iniciales de los dos protagonistas: La «i» y la «j».
Este sello es el gran protagonista tanto con el sobre cerrado, como al abrirlo. La cerradura por pliegues se complementa con hilo de lino. Un componente muy tradicional y muy relacionado con el entorno donde se llevará a cabo la celebración.
Proceso muy largo, con mucho esfuerzo, pero muy reconfortante.
Aunque el trabajo en sí ha sido bastante complicado y tedioso debido al gran número de invitaciones que he tenido que llevar a cabo, ha sido muy reconfortante poder formar parte de alguna forma del día tan especial de una amiga.
El envoltorio es uno de los elementos que más me gustan cuidar también, y para la entrega no podía faltar el más mínimo detalle. Una cajita de madera enlazada con un lazo de lino ancho, y en cuyo interior dejé fija una invitación para poder visualizarla sin necesidad de manipular las que se enviarán a los invitados.
Gracias Inma & Javi por contar conmigo para formar parte de vuestro día a través de estas invitaciones. Os deseo toda la felicidad del mundo.
